¿Cómo funciona el filtro de partículas y por qué se satura?

¿Cómo funciona el filtro de partículas y por qué se satura?

Los filtros de partículas son desde hace más de una década elementos indispensables del sistema anticontaminación de un coche diésel.

El filtro de partículas es un elemento de filtrado situado en el tubo de escape del coche, aunque en algunos coches modernos está ya integrado en el propio colector de escape. El filtro está compuesto por multitud de canales rectangulares, en cierto modo similares a las que podríamos encontrar en un panal de abejas. Este filtro cerámico está repleto de canales paralelos, en los que se acumula el hollín de la combustión. Este hollín es quemado progresivamente, siempre que los gases de escape alcancen una temperatura lo suficientemente elevada - es decir, de entre 350 y 450 grados celsius.

Para que el hollín se queme adecuadamente se necesita un elemento catalizador. En los filtros de partículas pasivos - los más comunes - este catalizador suele ser platino, que recubre los canales del filtro... encareciendo el producto de forma considerable. En algunos filtros de partículas se emplea un aditivo, que se pulveriza sobre los gases de escape para regenerar el FAP. Este aditivo debe ser rellenado cuando se agota - dura más de 100.000 km en muchos casos - y no debe confundirse con el AdBlue, cuya función en el sistema anticontaminación del coche es completamente diferente.

El problema de los FAP llega cuando el proceso de regeneración no se puede llevar a cabo de forma correcta. El proceso de regeneración del FAP suele exigir que conduzcamos a un régimen de motor constante y elevado - de unas 2.000 rpm en adelante. Además, el motor debe estar a temperatura óptima de funcionamiento para que el caudal de gases de escape esté suficientemente caliente. Este tipo de condiciones se suelen dar en trayectos por carretera o autovía. El problema es que la regeneración del filtro de partículas sucede de forma automática, y no la podemos controlar. Hasta que es tarde.

Si se abusa de una conducción a bajas vueltas y se hacen trayectos cortos o fundamentalmente urbanos, la producción de hollín se dispara y el filtro de partículas se satura. El coche trata de regenerarlo de forma forzada, inyectando más combustible, elevando la temperatura de los gases de escape. Si interrumpimos esta regeneración o no dejamos que se produzca, por la naturaleza de nuestros desplazamientos, tendremos un problema en el FAP. Con un filtro de partículas saturado el coche humeará, dará tirones, perderá potencia y aumentará su consumo de combustible. Tampoco pasará la ITV.

La solución a esto no es complicada, pero no suele ser barata. Mediante electrónica se puede forzar la regeneración del FAP con el coche parado, pero no suele ser beneficioso para el sistema de escape o la mecánica del coche, debido a las altas temperaturas generadas. Vaciar el filtro de partículas hará que emitamos más humos, además de ser una práctica ilegal: es posible que tengamos problemas en la ITV.

Vaciar el FAP no es caro ni complicado, pero exige anular electrónicamente la regeneración del FAP, algo que las ITV con sus diagnósticos mediante OBD pueden detectar. Estaremos contaminando más de la cuenta. La mejor solución es no llegar a estos extremos, como es lógico, y para ello debemos sacar el coche a carretera de forma periódica. De esta manera, el FAP se regenerará de forma automática y alargaremos su vida. En condiciones óptimas un FAP podría durar la vida del coche. En el peor de los casos empezará a dar problemas en pocas decenas de miles de kilómetros. En casos extremos, será necesario reemplazarlo.

Si ha llegado a su vida útil en IBAÑEZ CLIMA siempre recomendamos cambiar las cerámicas internas de la pieza. Aseguramos así un correcto funcionamiento de la pieza adaptando el tipo de cerámica a la normativa EURO que se le exige al vehículo. Al aprovechar la geometría original de la pieza en su reconstrucción nos olvidamos de problemas al montarlo y/o de futuras averías.

Ver enlace: diariomotor.com

Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mejorar nuestros servicios en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Haz clic aquí para más información. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón "Aceptar" o configurarlas o rechazar su uso pulsando el botón "Configurar".

Seleccionar cookies:

Estas cookies son necesarias para facilitar la correcta navegación por nuestro sitio web y aseguran que el contenido se carga eficazmente, permitiendo la correcta utilización de las diferentes opciones o servicios que en ella existen cómo, por ejemplo, realizar el proceso de compra.

Estas cookies son propias o de terceros que nos permiten optimizar tu experiencia en el sitio web, evaluando su rendimiento y mejorar añadiendo nuevas funcionalidades.